lunes, septiembre 17, 2007

Día tenso (Cap.7)

La lápida con la inscripción queda totalmente perpendicular a la pared donde antes estaba colocada. Se acerca lentamente hacia la abertura; de la cual asoma una luz blanca y muy brillante. Muy curioso de todo lo que acontece, no puede controlar la sensación de curiosidad que le produce todo aquello y se va acercando cada vez más hacia la luz. Se encuentra en el umbral; respira de forma agitada. Su corazón late a más velocidad de lo normal. Siente miedo y curiosidad al mismo tiempo por lo desconocido que hay tras esa puerta. Piensa que tal vez es una estancia muy iluminada lo que se encuentra cruzado el umbral, pero también imagina que es una puerta a un mundo más extraño de lo que jamás haya imaginado. Alarga su pierna y traspasando sus miedos, cruza el umbral.

Se encuentra en el otro lado. La luz es muy cegadora y no puede abrir los ojos. La tentación de abrirlos es inmensa, pero la intensidad de la misma le hace incapaz de mantenerlos abiertos más de un segundo. Palpa con sus manos el aire, por los obstaculos que puede encontrar en su camino. Avanza hacia el frente sin más. Por fin parece que toca algo con las manos; es algo muy frío. Parece una pared de hielo. Es tan frío que quema la piel. No puede mantener las manos sobre la superfice mucho tiempo, siente dolor. Continúa avanzando junto al gélido muro sin toparse con ningún otro obstáculo. A medida que va recorriendo el camino, la intensidad de la luz va descendiendo, y pasados unos metros consigue entreabrir los ojos. Cuando se le acostumbra la vista, consigue ver lo que le rodea. Se encuentra de pie, en medio de un largo pasillo con paredes de hielo y suelo de agua. Se queda atónito por un momento, observando como está caminando sobre un pasillo de agua sin que sus pies se mojen y sin ni si quiera agitar el agua con los pasos; está fascinado. Observando el agua, detecta que esta empieza a correr desde donde él entro al pasillo, hacia la parte opuesta. Cada vez hay más movimiento y comienza a sentir una ligera corriente sobre sus pies. Se está tornando muy inestable el suelo que pisa. De pronto llega una ola de agua que le golpea por detrás a la altura de la rodilla. El agua está subiendo su nivel. Se encuentra ya mojado y cada vez el agua sube más. No quiere esperar a que llegue otra ola más fuerte y grande que la anterior; se pone a correr hacia donde va el agua.

No puede ver el final del pasillo, pero corre sin cesar. De repente otra ola, más grande que la anterior, consigue alcanzarle y le arroja contra la pared, golpeándose la cabeza con el hielo. Se encuentra sangrando, pero no puede quedarse a esperar como sube el agua. Se levanta todo lo rápido que puede y sigue avanzando por el pasillo. El agua llega ya por las rodillas y se hace más difícil correr. Por más que mira al frente no consigue ver el final del pasillo. No sabe con lo que se puede encontrar y si existe o no ese final. Piensa que debe tener alguna salida puesto que el agua no vuelve de allí; y continúa corriendo. La luz es cada vez más tenue y va desapareciendo. Corre hacia la oscuridad.

De pronto, otra gran ola le golpea la espalda, haciéndole caer de bruces. Hunde la cabeza en el agua completamente. Se pone tan nervioso que es incapaz de levantar la cabeza para sacarla del agua. El miedo atroz que le tiene a ahogarse le atenaza. El nivel sigue subiendo por momentos mientras está inerte, tumbado en el suelo con la cabeza sumergida. Es incapaz de reaccionar y sólo acierta a ver en su mente imágenes de todo lo que está sucediendo y lo que debe hacer para salir de allí. Su cuerpo no responde a las órdenes que su cerebro está enviando para sacarle de esta situación.

Cuando está practicamente adormilado por la falta de oxígeno, un gran fogonazo de luz aparece en todo el pasillo y el agua comienza a subir por las paredes de hielo. Asciende rápidamente todo el agua antes acumulada en el suelo, quedando depositada en el techo.

Por fin consigue respirar.

fin capítulo 7