jueves, junio 19, 2008

Día tenso (Cap.11)

Sumergido en ese suelo viscoso, con la completa oscuridad del sitio tras haberse cerrado la ranura por la que entraba la poca luz que había, nuestro personaje queda inerte. Se puede observar en su cara,el sufrimiento soportado mientras se axfiaba lentamente. Los ojos desorbitados, la mandíbula desencajada, y el gesto de los brazos tratando de mantenerse a flote entre aquella viscosidad.Está muerto.

Pasa un instante y comienza a vislumbrarse un rayo de luz entre la oscura viscosidad. Cada vez aparece más luz; muy brillante, casi cegadora. Se trata de las paredes en las que se encentra encajada la gelatina asesina, están desmoronándose. El resultado visible es el de un recipiente acristalado en el que se halla el cuerpo sin vida, rodeado de miles iguales a este, con criaturas de todo tipo en su interior. Un gran brazo mecánico de metal se aproxima al recipiente y lo marca con un distintivo para diferenciarlo del resto, para luego otro artilugio con pinzas y sujeto a un raíl aéreo, cogerlo y moverlo de sitio. Lo traslada en volandas, cruzando largas hileras de tarros. Finalmente el viaje aéreo termina através de un oscuro túnel, iluminado por pequeños gálibos de color verde y rojo alternados. La parada se realiza en un contenedor cilíndrico, donde se deposita con perfecta exactitud el recipiente. Hay multitud de herramientas de todo tipo en una gran mesa metálica junto al contenedor, además de una gran cantidad de aparatos electrónicos. Un ser de tamaño pequeño con forma ovalada se acerca a la mesa y comienza a presionar varios botones de varios instrumentos electrónicos. A continuación se habre la compuerta situada justo detrás del recipiente y un aparato metálico lanza un rayo de corriente sobre el contenedor. El ruido que se produce es ensordecedor; como si de la caída de miles de vigas de hierro cayeran sobre un suelo metálico. Cuando el estruendo cesa, el ser pulsa otra serie de botones y el contender se abre, mostrando la transformación que ha habido en su interior tras el rayo. La masa viscosa donde se encontraba el cadáver, ha solidificado completamente y se ha quedado dividida en millones de pequeños cubos perfectos de color oscuro. Se acerca el extraño ser al montón de cubos y coge uno con cuidado de no tirar el resto. Lo observa a la luz; contiene parte de un ojo del cuerpo. Revisa la estructura varias veces y posteriormente lo engulle. Han convertido al humano en comida alienígena. Se activa una luz roja en la habitación y al momento aparece una máquina que recoge todas las porciones y las hace desaparecer por el mismo túnel que apareció el contenedor. La luz se torna de nuevo verde y al instante aparece otro contenedor metálico...

fin