jueves, marzo 22, 2007

Día Tenso (Cap.2)

Baja rápidamente las escaleras del edificio y cuando llega al portal se encuentra de frente con su casero, al cual debe el alquiler del mes pasado. El casero trata de detenerle: “Buenos días, querido inquilino deudor. ¿Sabe usted que me debe el mes pasado?”. Él responde rápidamente y sin mirarle a los ojos: “Sí señor, lo tengo en mente, no crea que me olvido. Estoy a punto de cobrar a un cliente muy importante y le pagaré varios meses por anticipado. Ahora tengo mucha prisa. Buenos días, señor “. Le esquiva como puede, ya que el casero ocupa casi la totalidad del pasillo que da acceso al ‘hall’ del portal. Abre la puerta y sale corriendo detrás del autobús, que acaba de pasar justo por delante del portal. Si lo pierde, llegará tarde seguro y tendrá que dar explicaciones a su jefe. El día acaba de empezar y ya tiene problemas; veamos cómo será al final del mismo.

Consigue llegar a la parada y subir al vehículo. Jadea de la carrera que se ha dado para llegar a tiempo, pero lo ha conseguido y está a bordo. Se dispone a sacar su billete; siempre lo guarda dentro de la cartera, junto a una pequeña fotografía de la Gioconda. Es un enamorado de todo lo que tenga que ver con el arte. Busca y busca en el bolsillo, pero no la encuentra. Introduce la mano en todos los recovecos posibles de su abrigo y pantalón sin éxito. Se ha debido olvidar la cartera en la mesita de la entrada por culpa de las prisas. Mira hacia atrás y hay una cola de nueve personas detrás de él, esperándole para pagar. El conductor le pregunta: “Oiga, todos tenemos prisa. ¿Va a tardar mucho en pagar su billete?”. A lo que no le queda más remedio que mirarle con cara de pena y decir: “Olvidé mi cartera en casa. Usted sabe que todos los días cojo este autobús para ir a trabajar. ¿Podría pagarle mañana el billete de hoy, por favor?”. Le mira muy serio y contesta: “Bájese ahora mismo de mi autobús si no tiene dinero para pagar el billete; está usted haciendo perder el tiempo a todo el mundo. No le conozco lo suficiente para fiarme de usted. Además con esa ‘pinta’ que tiene nadie lo haría”. Su cara cambia por momentos y decide que lo mejor es bajarse porque la gente de la fila estaba empezando a ponerse nerviosa y sus caras eran más furiosas que amables.

Se baja y decide ir andando al trabajo. Llegará tarde, pero por lo menos disfrutará de la agradable temperatura que hace esta mañana. Se relaja, se pone sus gafas de sol, se olvida del asuntillo con el conductor y silbando se pone a caminar por la acera. Cuando llega a la altura del parque, puesto que llega tarde, decide que es mejor pasear por dentro del mismo para cruzarlo en lugar de rodearlo por la acera. Cruza la gran reja metálica de la entrada y sigue el camino marcado con hitos de color rojo. El parque está lleno de senderos marcados cada uno con distintos hitos de colores. Cada camino lleva a un lugar distinto del parque, así que es importante saber donde lleva cada uno para no terminar perdido. La parte de vegetación es tan frondosa y espesa que resulta casi imposible caminar por el parque si no se hace por las zonas habilitadas.

Absorto en sus pensamientos y disfrutando del gorjeo de los pájaros, sin darse cuenta, su pié topa con un excremento de perro. Rápidamente la sensación se hace notar al caminar. “Joder! La gente debería recoger la mierda que dejan sus bichos para que otros no la suframos. Encima son mis zapatos de ante”. Se detiene y trata de limpiar los restos de aquella ‘mina’ colocada estratégicamente por algún can. Frota su pié contra la raíz de un gran sauce y logra limpiar la mayor parte de aquel destrozo. Prosigue su camino, tratando de centrarse de nuevo en sus pensamientos y disfrutar del entorno, aunque tendrá cuidado de mirar al suelo para no llevarse más sorpresas.

fin capítulo 2

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué mal día tiene tu protagonista, seguro que toda la culpa es de la ropa hortera que lleva puesta,je,je. Te escribiría algo más pero estoy tan cansada...(te prometo que el lunes empiezo a tomar vitaminas :).

arcadio dijo...

Intrigado me has. ¿Cual será la profesión de tamaño personajillo? ¿En que bar desayunará y qué? ¿No le ha molestado el bombín en la carrera alocada hacia el autobús?
Supongo que... las respuestas... después de la publicidad...